El reto
La empresa utilizaba bancos para administrar los pagos de las nóminas a sus empleados. Sin embargo, estos eran poco fiables, caros y onerosos a nivel operativo. Las entidades bancarias tampoco podían pagar ciertas divisas locales.
Los empleados no estaban contentos ya que no recibían su pago a tiempo y, en algunos casos, no en su divisa de preferencia, lo que requería otra conversión a sus propias expensas. Al contar con trabajadores tanto locales como expatriados, los requisitos para el pago de nóminas eran cada vez más complejos para la empresa, ya que los empleados demandaban una mayor flexibilidad sobre cómo y dónde se pagaban sus salarios.
La compañía buscaba una mejor manera de administrar sus pagos, centralizar sus relaciones bancarias y mejorar la satisfacción de los empleados.