
La pandemia y el teletrabajo han cambiado en gran parte la vida laboral como la conocíamos y a su vez la relación entre las empresas y sus trabajadores.
Vivimos en la “Era del Empleado” y las necesidades de ambos lados se están adaptando a la nueva realidad. Las empresas necesitan entender las nuevas prioridades de los empleados como son la flexibilidad laboral, estabilidad financiera, seguridad, salud mental y crecimiento personal para captar y retener los mejores talentos.
Es evidente que las estructuras tradicionales se han roto. El modelo de empleado evoluciona constantemente con el paso de las generaciones, se convierte más autónomo debido al teletrabajo, necesitando desarrollar nuevas habilidades para poder hacer frente a un entorno altamente digitalizado. En este contexto se hace cada vez más imprescindible fomentar una mentalidad de consultor dentro de la organización.
¿Pero… qué es un Consultor?
La palabra Consultor proviene del latín “consultus” y significa “asesoramiento”. La función principal del consultor es asesorar dentro de su campo, aconsejar en la toma de decisiones y acciones empresariales, de cara a aumentar la rentabilidad de su propria empresa o de sus clientes.
Recientemente he participado en un curso que trataba temas como la escucha activa, estilos de comunicación, la importancia de hacer preguntas poderosas, la asertividad y la actitud ganadora, todas características que definen un buen consultor. Lo interesante es que estas habilidades se pueden extender más allá de la definición del propio puesto y pueden ser adquiridas por cualquier persona, independientemente de su área de experiencia y su posición dentro de la empresa. Solo hace falta crear un entorno propicio para el desarrollo continuo y proporcionar las herramientas necesarias que apoyen a los empleados en su crecimiento.
¿Cuáles son los beneficios de fomentar una mentalidad consultora en su empresa?
- Tus empleados tenderán a ser más autodidactas y podrán sobrevivir de manera más fácil a los entornos dinámicos que caracterizan la actualidad empresarial. Para ello, las empresas deben dejar a la disposición de los empleados mecanismos que apoyen el aprendizaje como son: acceso a materiales formativos online de distintos formatos (tutoriales, clases, artículos, videos, podcasts, etc.), aprendizaje colectivo a nivel de equipo, posibilidad de acudir a comunidades en línea para aprender de sus compañeros y por lo último seguir aprendiendo mediante el trabajo.
Es importante dejar cierta autonomía para que tus empleados sean los dueños de sus planes de formación, a la vez apoyar estos planes con conversaciones tipo “1:1” sobre sus aspiraciones profesionales que generalmente deberían estar alineadas con los objetivos de la empresa. Cuando los empleados tienen la oportunidad de desarrollar su carrera profesional, es más probable que se queden, lo que demuestra una clara conexión entre el crecimiento personal y la retención del talento. El 76% de los empleados afirman que se quedarían más tiempo en sus empresas si pudieran beneficiarse de programas de aprendizaje y desarrollo. - Los consultores tienen una gran capacidad de entrega y producción. El objetivo del consultor es encontrar las mejores soluciones a las necesidades de sus clientes. Poseen una amplia variedad de conocimientos y antecedentes educativos que le permite obtener una visión global del problema que de lo contrario se correría el riesgo de ignorar detalles sumamente importantes para el análisis que se emplea.
Se requiere un alto grado de implicación y compromiso con los objetivos marcados, un plan teórico de ejecución y unos plazos de resolución lo más exactos posibles. También tiene una faceta versátil, asumiendo las responsabilidades necesarias para trabajar con los diferentes miembros del proyecto, desde los directivos hasta los empleados que desempeñan funciones a nivel operativo, dirigiendo sus acciones hacia un mismo beneficio común. - Tus empleados aprenderán a tener un pensamiento crítico y aportarán objetividad a las soluciones que se plantean. Deberán detectar las necesidades de sus clientes, analizar el problema e identificar los debilidades y fortalezas de la organización mediante un método de análisis como es el DAFO con el fin de dar unas respuestas que se adapten a las posibilidades y necesidades reales de los clientes. Estas respuestas requieren un trabajo analítico, a menudo con datos que respalden y justifiquen de manera sintetizada y con claridad las soluciones que se proponen.
- Otra característica que definen la mentalidad consultora es la flexibilidad. Aunque al principio del proyecto se haya acordado un plan de ejecución, las necesidades pueden cambiar ya sea porque en el trascurso del proyecto se hayan identificado nuevas prioridades que hay que incluir, o simplemente que se haya encontrado un obstáculo que está deteniendo el flujo de trabajo por lo tanto el planteamiento inicial ya no es viable. Los consultores se mueven constantemente en un entorno dinámico, entienden las necesidades y los beneficios del cambio y actúan como embajadores del mismo.
- Los empleados que poseen una mentalidad consultora tienden a influir en otras personas a diferentes niveles, lo que puede tener un gran impacto en la cultura organizacional de las empresas. El trabajo puro del consultor consiste es dar las mejores respuestas a los problemas de sus clientes, aunque estas respuestas no son siempre las que ellos se plantearían. En este caso se debería retar a considerar nuevas formas de pensamiento. A pesar de toda la dedicación profesional del consultor para encontrar la mejor solución acorde a su cliente, se debe tener en cuenta que el cliente mejor atendido es aquel que se vuelve más capaz de prosperar a largo plazo.
En el punto anterior se ha mencionado que los consultores se manejan bien en un entorno dinámico y pueden actuar como embajadores en la gestión del cambio. A la hora de influir en la adopción del cambio son unas personas claves. Ayudarían a los equipos a procesar, comunicar y adaptarse al cambio eliminando de estas formas las barreras de resistencia que normalmente existen en cualquier iniciativa de cambio.
Impulsar la mentalidad de consultor beneficia a empresas y empleados. Su empresa contará con trabajadores preparados y autosuficientes con al acceso ágil a información, alto grado de motivación y compromiso participando activamente en los problemas de la organización, entendiendo de esta manera la necesidad de cambio y mejora.
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Gestión de empleados
Tus empleados son tu activo más importante. Su bienestar se traduce en una mayor implicación y mejores resultados empresariales.